Renuncio a darle vueltas y más vueltas a los viejos problemas. Me niego a seguir viviendo en el pasado. Me perdono por haber llevado esa carga durante tanto tiempo, por no haber sabido amarme a mí ni amar a los demás. Cada persona es responsable de su comportamiento, y lo que da, la vida se lo devuelve. Así pues, no necesito castigar a nadie, todos estamos sometidos a las leyes de nuestra propia conciencia, yo también. Continúo con mi trabajo de limpiar las partes negativas de mi mente y dar entrada al amor. Entonces me curo. No hace falta saber cómo perdonar. Basta estar dispuesto a hacerlo, del cómo ya se ocupará el universo.
Bienvenidos a este BLOG que refleja mi mundo interior ... ese que todos tenemos.Aquella batalla entre lo real y lo imaginario.