Lo que no se dice no es, no existe. Está en el limbo de las cosas no dichas, de las cosas pensadas. ¡Corazón coraza! No hay limbo de palabras; hay ausencia de frases calladas, sensaciones guardadas esperando su turno al olvido, luchas de un quiero y no puedo, y ocultos conformismos inconformistas para evitar heridas que duelen.
¡Ah, Corazón coraza! Me proteges y me dañas. Déjame escapar de tu coraza. No me enseñes el mar sino me dejas respirar su olor a sal, no me enseñes el sol sino dejas que sus rayos me rocen, no me enseñes la lluvia sino quieres que me toque. ¡Protégeme! pero no me encierres; deja que llore, porque si lloro será que lo que vi valió la pena. ¡Corazón, coraza! Deja que te enseñe el mundo desde fuera.
Bienvenidos a este BLOG que refleja mi mundo interior ... ese que todos tenemos.Aquella batalla entre lo real y lo imaginario.
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