Siempre me gustó escribir. Todo tipo de textos… a mi familia, amigos… me resulto siempre mas fácil decir lo que pensaba a través de la palabra escrita. Siempre fui demasiado tímida para pronunciar palabras que tuvieran sentimientos. Y sin embargo muy explicita si se trataba de describir con tino cualquier emoción. Ahora descubro que no debo ser la única con esta afición por la literatura de andar por casa.
Todos dedicamos un tiempo enorme a transcribir sentimientos, mandar mensajes, escribir declaraciones de intención, a través de un teclado.
Tenemos amigos a los que apenas miramos a los ojos, incluso en algunos casos siquiera nos saludamos por la calle pero con los que mantenemos conversaciones digitales de sustancia. Es posible que algunos me conozcan mejor que yo misma y sin embargo cuento con los dedos de la mano las veces que me he sentado a charlar con ellos.
Para reír usamos onomatopeyas, ja ja ja. Para llorar largas parrafadas literarias. Declaramos nuestro amor con lindas frases románticas adornadas con fotos en su mayoría prestadas. Hacemos confidencias “privadas” en pequeños tratados y del mismo modo discutimos… porque es mas fácil tirarse letras a la cara…… duelen igual pero son mas limpias. Para emociones básicas usamos emoticonos y pensamos en puntos suspensivos. Quizá es el secreto, todo es aséptico, algo frío, distante y silencioso.
Nunca cuantifiqué a mis amigos…. no me lo plantee nunca así. Nunca me preocupó tanto mi intimidad como ahora que seguramente la estoy regalando, y sin embargo me reconforta escribir sobre lo que siento. Me ayuda a seguir. Marco un territorio virtual que me seduce y le doy personalidad a un montón de letras que alguien recibe con más o menos ilusión. Supongo que seguiré escribiendo… a veces encuentro mas expresividad en las letras que en lo que realmente se hacer que es dibujar… al fin y al cabo lo de menos es qué relevancia tengan mis palabras………. las siento mías, es suficiente.
Todos dedicamos un tiempo enorme a transcribir sentimientos, mandar mensajes, escribir declaraciones de intención, a través de un teclado.
Tenemos amigos a los que apenas miramos a los ojos, incluso en algunos casos siquiera nos saludamos por la calle pero con los que mantenemos conversaciones digitales de sustancia. Es posible que algunos me conozcan mejor que yo misma y sin embargo cuento con los dedos de la mano las veces que me he sentado a charlar con ellos.
Para reír usamos onomatopeyas, ja ja ja. Para llorar largas parrafadas literarias. Declaramos nuestro amor con lindas frases románticas adornadas con fotos en su mayoría prestadas. Hacemos confidencias “privadas” en pequeños tratados y del mismo modo discutimos… porque es mas fácil tirarse letras a la cara…… duelen igual pero son mas limpias. Para emociones básicas usamos emoticonos y pensamos en puntos suspensivos. Quizá es el secreto, todo es aséptico, algo frío, distante y silencioso.
Nunca cuantifiqué a mis amigos…. no me lo plantee nunca así. Nunca me preocupó tanto mi intimidad como ahora que seguramente la estoy regalando, y sin embargo me reconforta escribir sobre lo que siento. Me ayuda a seguir. Marco un territorio virtual que me seduce y le doy personalidad a un montón de letras que alguien recibe con más o menos ilusión. Supongo que seguiré escribiendo… a veces encuentro mas expresividad en las letras que en lo que realmente se hacer que es dibujar… al fin y al cabo lo de menos es qué relevancia tengan mis palabras………. las siento mías, es suficiente.
Comentarios