Lo
único que quiero es que sepás, que aunque el tiempo pase, y se nos olviden
nuestros nombres, nuestras caras, nuestras pieles; aunque todo pase y nunca más
volvamos a encontrarnos; aunque se pierdan las fotos, los versos, las cartas;
aunque todo se esfume con el polvo, con el pañuelo de la vida que todo lo
borra, que todo lo limpia; aunque tu mano nunca más se pose sobre la mía otra
vez; aún con todo eso, creeme, viviré tranquila. Lo sé, porque aunque tú ya no
existas en mi mente, de alguna manera sabré para siempre que un día, no hace
mucho, no hace tanto como parece, fui feliz. -contigo-
He vuelto con el ánimo de recuperar las riendas de mi vida, aunque mi vida actualmente se haya puesto "cuesta arriba". No es el momento de escribir un post sobre lo vivido, sino de afrontar el ahora con toda la fortaleza que me sea posible. Hay decisiones que para bien o para mal cambian nuestra vida, pero es mucho peor no tomar decisiones precisamente por miedo a que nos cambien la vida. No ha sido nada fácil dejar atrás un proyecto común, un sueño incumplido en un intento fallido de encontrar la felicidad. Quise buscar mi mitad sin ser consciente de que soy un todo. Ese ha sido mi gran error, creer o pensar, que no podía estar sola, que necesitaba a alguien que me sostuviera. Sentirme incapaz de afrontar mi vida como un ser individual. Estar perdida por no darme mi tiempo para encontrarme. Ahora he aprendido que ningún puzzle estará completo si le falta una sola pieza. Que no debo poner en manos de nadie mi propia felicidad. Que no se gana ninguna batalla si te rindes
Comentarios